CONTRA INCENDIOS
Publicado el 21/04/2023
Los sistemas contra incendios son dispositivos y equipos diseñados para detectar, controlar y extinguir incendios en edificios, estructuras y áreas al aire libre. Estos sistemas se utilizan para proteger a las personas, los bienes y las propiedades de los efectos devastadores del fuego.
Los sistemas de protección activa son aquellos que se activan cuando ocurre un incendio, con el objetivo de extinguirlo o controlarlo. Ejemplos de sistemas de protección activa incluyen sistemas de rociadores automáticos, sistemas de extinción de incendios por gas, sistemas de detección de humo y calor, entre otros. Estos sistemas se activan cuando se detecta la presencia de fuego o humo y su función es intervenir para extinguir el incendio o limitar su propagación.
los sistemas de protección pasiva son aquellos que se diseñan y construyen en el edificio o estructura para limitar la propagación del fuego y proteger a las personas y bienes en caso de un incendio. Ejemplos de sistemas de protección pasiva incluyen barreras cortafuegos, puertas y ventanas resistentes al fuego, revestimientos ignífugos, entre otros. Estos sistemas no requieren activación y están diseñados para ser resistentes al fuego y limitar su propagación.
La principal diferencia entre los sistemas de protección activa y pasiva es que los sistemas activos se activan cuando ocurre un incendio, mientras que los sistemas pasivos están diseñados para ser resistentes al fuego y limitar su propagación sin la necesidad de intervención activa.
Ambos sistemas son importantes en la prevención y control de incendios y se utilizan en conjunto para ofrecer una protección completa contra incendios.
Es importante tener en cuenta que la elección y diseño de los sistemas de protección activa y pasiva dependerá de las características específicas del edificio o estructura, así como de los riesgos asociados a la actividad que se lleva a cabo en ella.
La elección del sistema de protección contra incendios que se debe instalar en una empresa dependerá de varios factores, tales como el tipo de actividad que se realiza en la empresa, el tamaño y la disposición del edificio, la presencia de materiales inflamables, entre otros.
En general, es recomendable que todas las empresas implementen tanto sistemas de protección activa como pasiva, ya que ambos sistemas trabajan juntos para proporcionar una protección completa contra incendios.
Para las empresas que trabajan con materiales inflamables o peligrosos, es necesario que se instalen sistemas de protección activa, como sistemas de rociadores automáticos, sistemas de extinción de incendios por gas, sistemas de detección de humo y calor, entre otros. Estos sistemas se activan automáticamente en caso de incendio y ayudan a controlar o extinguir el fuego lo antes posible.
Por otro lado, todas las empresas deberían contar con sistemas de protección pasiva, como barreras cortafuegos, puertas y ventanas resistentes al fuego, revestimientos ignífugos, entre otros. Estos sistemas están diseñados para limitar la propagación del fuego y evitar que se propague a otras áreas del edificio o estructura, lo que ayuda a proteger a las personas y bienes en caso de un incendio.
En resumen, cada empresa debe considerar sus propios riesgos de incendio y su presupuesto para elegir e implementar los sistemas de protección activa y pasiva que mejor se adapten a sus necesidades específicas. Lo más recomendable es consultar a un profesional en el diseño e instalación de sistemas contra incendios para obtener una solución a medida y adecuada para la empresa en cuestión.